martes, agosto 05, 2014

Masia de la Roqua: tradición, juventud y preparación en el Garraf

BY El rincón del paladar IN , , , , , , , , , No comments


Hace varias semanas asistimos a uno de los fantásticos maridajes de vinos y quesos que organiza la tienda Xerigots de Vilafranca del Penedès. En esa ocasión la bodega invitada era Masia de la Roqua, ubicada en la provincia de Barcelona en la comarca del Garraf. Y nos gustó tanto la explicación que realizó el joven propietario de la bodega, Jot Camps, así como la personalidad de sus vinos que decidimos unos días más tarde visitar su bodega junto con nuestros amigos Edu y Trini.

Masia de la Roqua es una bodega que está ubicada en el interior de una “masía”, una casa de campo típica catalana, que cuenta con cientos de años de historia. La familia de Jot tiene constancia de la existencia de la masía ya en el año 1100 y de elaboración de vino sobre el año 1500. ¡Casi nada! En los años 70, la familia decidió abandonar la actividad elaboradora y vender toda la uva a otros elaboradores de la zona. Y así continuó hasta que en el año 2012 Jot Camps decidió empezar con su proyecto personal. De momento, produce unas 2.000 botellas entre sus tres vinos y empleando únicamente el uno por ciento de uva de sus viñas.

Jot es un joven de apenas 30 años que tras estudiar Ingeniería agrícola, Ingeniería agrónoma y Enología partió hasta Burdeos y Borgoña para poner en práctica lo estudiado y conocer de primera mano sus técnicas y procesos de vinificación. Tanto en la visita a Masia de la Roqua como en la tienda Xerigots percibimos que es un chico con personalidad y que, a pesar de su juventud, tiene las ideas muy claras. Claro ejemplo es la anécdota que explicó remontándose a  unos 15 años atrás, cuando en una vendimia su padre le instó arrancar la viña que tenían de sumoll porque era vieja, de baja producción y pagaban muy poco por esa uva. Al final Jot le convenció para que la mantuviera porque intuyó que algún día se podría hacer vino de esa variedad. Y efectivamente, así ha sido.

Empezamos recorriendo en un 4x4 una parte de las 30 hectáreas que poseen de viña de amplias variedades: xarel·lo, muscat grano pequeño y grano grande, macabeu, parellada, malvasía de Sitges, cabernet sauvignon, garnacha negra, marselán, tempranillo y sumoll. Estos terrenos están rodeados de bosque y también de “Margalló”, una planta protegida muy típica del Garraf. El terreno es bastante calcáreo y la roca madre está bastante cerca de la superficie, a pesar de estar únicamente a unos 200 metros sobre el nivel del mar. Es una zona con un clima más seco y caluroso que Vilafranca del Penedès y Vilanova i la Geltrú, por lo que la viña suele brotar más tarde y retrasa, por lo tanto, la época de vendimia. Por la tarde corre la brisa del mar mediterráneo que está a muy pocos quilómetros en línea recta. El trabajo en la viña lo considera muy muy importante y acostumbra a dejar las hojas para que cada una de las cepas haga su propia selección. Su objetivo es realizar el mínimo trabajo posible en la bodega para que el vino salga con la máxima expresividad posible de la viña.

La zona de vinificación y bodega la ubicó en la parte inferior de la casa, por disponer de una mejor temperatura. Allí reposan los tres vinos que conforman la gama actual de Masia de la Roqua, aunque su sueño sería elaborar un vino de cada finca:
ULIVEL·LA: es el primer vino elaborado por la bodega y es un joven monovarietal de xarel·lo. No obstante, ha empezado a añadirle malvasía y quizá incremente progresivamente el peso de esta variedad para darle más aroma. La crianza se realiza sobre lías durante unos ocho meses. El xarel·lo procede de una viña de unos 50 años llamada La Riera, a la que le da bastante sombra y que curiosamente se inunda cada 40 – 50 años. 
REPTE: vino tinto monovarietal de sumoll que supone todo un reto para Jot. Recordamos que está hecho con la uva de aquella viña que su padre estuvo a punto de arrancar hace 15 años. Es una variedad de uva autóctona de la que apenas quedan unas 90 hectáreas en toda Catalunya, con un grano velado y  con forma de huevo. Tiene una muy alta acidez y tanicidad. Fermenta en barricas de castaño y algo en inoxidable aunque este año ha optado por usar barricas de roble francés.
ROQUA: vino tinto vinificado al estilo de Burdeos 60% cabernet sauvignon y 40% garnacha negra. Realiza la fermentación y la maloláctica en acero inoxidable y posteriormente está 9 meses en barricas de roble y castaño.

Jot quiso obsequiarnos con una cata sensorial que realizamos rodeados de bosque y con unas fantásticas vistas hacia la viña del sumoll. Allí estuvimos probando sus vinos y charlando con él de su vida, objetivos y trabajo en su bodega. De entre los diferentes comentarios y reflexiones que hizo nos quedamos con el siguiente: “Vosotros disfrutad de los vinos. Yo estoy en un sueño”.

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