domingo, mayo 27, 2012

Monvínic, un paseo por las nubes

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Cuando hace ya más de 4 años Sergi Ferrer-Salat se puso en contacto con Isabelle Brunet para crear un espacio dedicado a la buena cocina y que a la vez supusiera un homenaje al vino, poco podían pensar en que se convirtiera en una referencia mundial sobre todo en su vertiente enológica.

Monvínic es ya hoy uno de los mejores wine-bars del mundo, avalado por la crítica mundial y refrendado por los miles de usuarios que, como nosotros, fueron a tomar una copa o a cenar y a disfrutar de un equipo que va más allá de lo profesional.

¿Es un bar de copas, un restaurante, un centro de documentación (con estudiada bibliografía) o un espacio donde se imparten cursos o catas? ¡Es todo eso, por increíble que parezca! Si bien es cierto que es difícil mantener un alto nivel en tan buenas intenciones, salen muy muy airosos gracias a un talento fuera de toda duda.

Con unas instalaciones modernas pero a la vez sumamente elegantes, el espacio es acogedor tanto por su luz estratégicamente colocada como por su selección de música jazz escogida por el mismo Sergi Ferrer-Salat. Y te invita a no quedarte en la puerta, te intriga qué puedes encontrar de innovador al fondo... El pasado 27 de abril fuimos cuatro personas a cenar. Imprescindible reservar (aviso a navegantes). Pensamos ir un rato antes a tomar una copa en su bar de vinos pero al llegar… lleno completo. Eso sí, nos ofrecieron sentarnos en nuestra mesa a tomar esa copa que buscábamos. Echamos una ojeada en su carta de vinos ubicada en la entrada, que en realidad es una tablet, donde se pueden buscar vinos de todo el mundo y que arroja resultados con fotos de las botellas y en muchas ocasiones de los elaboradores.

Ya en la mesa tres de nosotros iniciamos la velada gastrovínica tomando el recomendado vino blanco Ribeira Sacra y la persona restante, un tinto Santorini Nos costó decidirnos por los platos, no mostrados en la habitual carta de cartón o papel, sino proyectada en la pared y en varios idiomas (no olvidemos que es un lugar habitual de foráneos acomodados). Sorprende que no nos tomaran nota del vino a la vez que los platos. ¿Quizás para dar tiempo a estudiarte esas 3800 referencias que tienen? En cualquier caso, optamos por pedir dos primeros platos para compartir, una ensalada de ‘rossinyols’ y un ceviche de pez de roca y sepia. De segundo, tres mollejas de ternera con verduras y una carrillera de ternera con ‘espardenyes’ y vainilla. Consultando con César Cánovas (escogido varias veces mejor sumiller de España) el vino, le pareció un acierto que acompañáramos la comida con un Ferrer Bobet 2008, a la vez que nos explicaba las diferencias entre la añada 2008 y 2009. La comida fue excelente, sobre todo los segundos platos y el vino estuvo a la altura. Era la primera vez que nuestros acompañantes probaban el Ferrer Bobet y les pareció excelente y a los demás, de nuevo refrendó nuestra positiva opinión. Hemos de destacar la apuesta de la dirección y del magnífico chef Sergi de Meià por la cocina de proximidad, esto es por los productos de calidad y temporada ofrecidos por pequeños productores locales de Catalunya. Como homenaje a ellos al final de la velada aparecen sus fotos junto a sus nombres y la población de donde provienen, proyectadas en la misma pantalla donde antes escogíamos el menú.

De postre nos pusieron un yogurt de mandarina y tres tocinos de cielo con milhojas y mermelada de granada. También de lujo… Acabamos la increíble velada tomando café keniata hecho en cafetera tradicional, sin crema para preservar todos los aromas posibles.

Seguramente cuando la idea de un espacio así se cimentaba en la cabeza de Sergi Ferrer-Salat se parecía bastante a lo que vivimos. Sin duda han cumplido el objetivo. El disfrute, el descubrimiento de nuevos aromas, sabores, texturas, rodearte y asistirte de profesionales en un templo del vino elegantemente concebido se tornó realidad y mejora cada día. El bolsillo lo nota pero creednos que el paladar bastante más.


MONVÍNIC
Calle Diputació, 249
Barcelona
Tlf: +34 932 726 187
Horario: bar (lunes a viernes, 13h a 23.30h), restaurante (lunes a viernes, 13.30h a 15.30h y 20.30h a 22.30h)

domingo, mayo 20, 2012

El Masroig, una bodega del Priorat en el Montsant

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El pasado 25 de abril asistimos a una cata de vinos de la bodega El Masroig, realizada por el director comercial Rafael Pino, en la tienda de vinos y quesos Xerigots de Vilafranca del Penedès.

Rafael empezó explicando brevemente la historia de la bodega. Comentó que se fundó en el año 1917 y que es una de las bodegas más importantes de la comarca catalana del Priorat. Dispone de aproximadamente 500 hectáreas y pertenece a la DO Montsant. La vendimia la realizan totalmente a mano debido a la orografía del terreno. Fueron los primeros en elaborar vinos con la variedad de uva garnacha blanca en la DO Montsant.

Acto seguido, pasamos a catar los siguientes tres vinos maridades con diferentes quesos:



- Les Sorts Jove: es un tinto elaborado con un 40% de cariñena, 30% de syrah, 20% de tempranillo y 10% de garnacha tinta. Es un vino joven, suave, agradable. Es el único tinto elaborado en Cataluña mediante la técnica de maceración carbónica. Es un vino bastante afrutado, con aromas a fresa, frambuesa sobre todo al abrir la botella. Se elaboran aproximadamente unas 15.000 botellas al año. (Precio: 6€ aproximadamente).

L    - Les Sorts Blanc: vino blanco elaborado 100% con la variedad garnacha blanca. Los últimos 6 meses de fermentación reposa en barricas de roble francés de 300 litros para darle suaves aromas a tostado. A medida que pasa el tiempo del vino en la copa, el tostado desaparece y afloran los aromas a flores y a cítricos. Rafael comentó que es mejor servirlo en copa cerrada para que se le note menos el alcohol. Se elaboran anualmente aproximadamente 9.000 botellas 4.000 de las cuales son para el mercado interior. (Precio: 10€ aproximadamente).

   - Les Sorts Vinyes Velles: es un tinto que ha fermentado 14 meses en barricas de roble francés y americano. Está elaborado con un 35% de garnacha tinta, un 50% de cariñena y un 15% de cabernet sauvignon. Tiene un color más oscuro con tonos violáceos. Es un vino con más cuerpo aunque sin ser astringente en exceso. El primer impacto en boca es potente y luego va disminuyendo. Se pueden percibir aromas como el chocolate, frutas rojas, etc. Ha sido seleccionado durante 2 años como el vino representante de la DO Montsant en una cata a ciegas. (Precio: 13€ aproximadamente).

La bodega El Masroig es un claro ejemplo que en una zona tan típica de elaboración de vinos astringentes, con cuerpo, como lo es la DO Montsant, también se sabe elaborar vinos afrutados, suaves y con un buen paso por boca.

domingo, mayo 13, 2012

Días de vino en la zona del Empordà (parte 2 de 2)

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¿Qué te han parecido las bodegas que visitamos en Semana Santa en el Empordà? Si sigues con curiosidad e incluso te estás planteando visitar la zona, espera a leer sobre las bodegas que visitamos el resto de días y así tendrás más información para decidir. ¡Continuamos explicando! 

Día 3

Este día fuimos por la mañana a la bodega Espelt Viticultors que se encuentra en Vilajuïga y fue creada en el año 2000, aunque la familia Espelt cuenta con una larga tradición en el cultivo de la viña. Tiene más de 200 hectáreas lo que le permite elaborar una amplia variedad de vinos presentados con sus originales etiquetas diseñadas por el equipo de Javier Mariscal. La visita fue muy sencilla de entender, ideal para aquellas personas que se inician en el mundo del vino. Nos enseñaron las instalaciones de la bodega entre las que hay un espacio donde realizan exposiciones de pintores y escultores de la zona. Tastamos 2 vinos blancos, 2 vinos tintos, 1 cava, 2 vinos dulces y un poco del aceite que también elaboran. Nos parecieron vinos correctos aunque menos interesantes que otros tastados durante el viaje. El que más nos gustó fue el Quinze roures, vino blanco con crianza en roble.

Al salir decidimos ir a Cadaqués, un pueblo de pescadores muy bien cuidado, y fue todo un acierto. Comimos en el restaurante Can Rafa que está en el paseo marítimo. Teníamos buenas referencias de él y la experiencia superó las expectativas. La comida fue excelente y el trato, mejor si cabe. El vino que recomiendan es de su propia bodega, Martí Faixò, que está en la carretera que va a Cadaqués. Desgraciadamente no la pudimos visitar pero seguro que hubiera sido muy interesante. Acabamos la jornada visitando la casa de Dalí en Port Lligat y yendo al Cabo de Creus. ¡Los dos sitios son muy recomendables!

Día 4

El último día de nuestro viaje visitamos *LaVinyeta, una bodega que está muy cerca de Mollet de Peralada, regida por una familia de gente joven con muchas ganas de crecer y de emprender. Empezaron en 2002 y a día de hoy cuentan con 35 hectáreas entre las que se pueden encontrar cepas de más de 50 años. Tienen 18 variedades de uva y entre ellas está la cariñena blanca, típica de la zona, que están recuperando. El suelo es principalmente de licorella y cuarzo, ideal porque durante el día conserva el calor y por la noche el frío, facilitando el contraste térmico que tanto agradece la viña.

Marta Pedra, enóloga y una de las personas clave de la bodega, nos hizo una fantástica y apasionada visita. Nos explicó que están enfocados a la producción integrada ya que aprovechan los recursos agrícolas y ganaderos de los que disponen para conseguir una eficiente producción. Tienen un rebaño de ovejas que mantienen a raya la hierba en las viñas y con su leche este año han hecho queso, que no pudimos probar porque se había vendido todo. También tienen unas 400 gallinas autóctonas de la zona que se alimentan de los piñones de sus pinos y de las pieles de sus uvas, y de las que obtienen abono natural para la tierra y huevos de cáscara oscura y pequeños que destinan a la venta. Y por si todo esto fuera poco hacen un excelente aceite con aromas que recuerdan al tomate, fruto de los olivos de sus tierras.  

Después de caminar por las viñas fuimos a la bodega donde Marta nos explicó todo el trabajo que realizan en vendimia. Comentó que usan un depósito para cada variedad de uva e incluso uno por cada parcela de una misma variedad. En la cata probamos los 3 vinos Heus* (destacable el rosado que está hecho de 4 tipos de uva), el tinto Llavors* cuya etiqueta está formada por artículos de periódicos que recuerdan hechos destacados que sucedieron durante su creación, el vino Puntiapart* que fue escogido como el mejor vino tinto de la D.O. Empordà del centenario de la Costa Brava en una cata a ciegas en 2009, la mistela És* poma, el vino Sereno, elaborado mediante el método solera, y su aceite. Además, Marta nos ofreció probar dos vinos de un proyecto personal que está realizando en la DO Conca de Barberà, los dos muy interesantes.

Fueron 4 días fantásticos en los que disfrutamos mucho y que nos dejaron con ganas de volver algún día a esta región fantástica de Catalunya. ¡Gracias Empordà!

lunes, mayo 07, 2012

Días de vino en la zona del Empordà (parte 1 de 2)

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Esta Semana Santa pasada viajamos a la zona del Empordà, en la provincia de Girona, para  conocer su precioso paisaje y sobre todo para visitar sus bodegas y catar sus vinos que nos eran totalmente desconocidos. Fueron cuatro días fantásticos que se nos hicieron cortos y nos dejaron con ganas de volver otra vez. ¿Quieres saber por qué? A continuación te lo explicamos: 

Día 1

Empezamos el viaje yendo a Palafrugell porque queríamos conocer una de las tiendas más grandes y especializadas que hay de vinos: Vins i licors Grau. Sus más de 1.200m2 de vinoteca ofrecen una amplísima oferta de vinos de toda España y de fuera de nuestras fronteras distribuidos por D.O y por tipo de producto. También se puede encontrar una gran variedad de cavas, champagnes, cervezas, licores, etc. Cuenta con una vinatería donde se pueden degustar los vinos que hay en la tienda así como salas de catas donde se imparten cursos. Os recomendamos su visita si tenéis algún día la oportunidad. 

Después continuamos hasta el pueblo de Torrent para visitar la bodega Mas Oller, que cuenta con más de 300 años de antigüedad y que ha sido recuperada hace unos años por Carlos Esteva, propietario de la bodega penedesenca Can Ràfols dels Caus. La bodega cuenta con 12 hectáreas en producción y 4 más de nueva plantación con malvasía traída de Sitges, garnacha, cabernet sauvignon y syrah. Nos recibieron dos cariñosos perros y Martín Cuervo, responsable de la viña y la bodega con los que fuimos caminando hasta una de las viñas y disfrutando del paisaje. Allí Martín nos explicó de forma muy detallada el trabajo que realizan todo el año en la tierra y las cepas. Comentó que le encantaría hacer agricultura biodinámica pero era imposible por la humedad existente. Debido a las pocas hectáreas que cuenta la bodega la vendimia la hacen con máquinas. No obstante, una vez que la uva llega a la bodega usan la mesa de selección para quitarles las hojas y los granos en mal estado. Como curiosidad, usan una embotelladora móvil que presta servicio a las bodegas de la zona. Después de visitar las instalaciones de la bodega fuimos hasta la “casa pairal” donde catamos los 3 vinos que tienen: Mar (vino blanco muy cítrico y sin barrica), Pur (vino tinto joven poco astringente, bastante afrutado) y Plus (vino tinto con 12 meses de barrica algo más astringente). Fue una visita muy agradable y con un trato muy cercano.   

Al finalizar la visita nos acercamos al pueblo de Pals, que estaba a sólo 5 minutos en coche, para descansar, comer y visitar su cuidado y fantástico casco antiguo medieval. ¡Una visita muy recomendable!

Día 2

Empezamos la mañana viajando hasta Figueres para visitar el Museo Dalí. Nos habían advertido que las colas acostumbran a ser de varios minutos pero tuvimos suerte y entramos enseguida. ¿Vale la pena visitarlo? Pues… diremos que sí aunque la cantidad de gente que había visitándolo (y eso que entramos pronto) hizo que algunas salas fueran agobiantes y no pudimos ver las obras lo bien que quisimos. Lástima que una gran parte de las obras importantes no estaban en el museo. Vale la pena que antes de ir te informes bien de sus cuadros porque el museo no dispone de audioguías ni de puntos de información que te expliquen las obras. Lo que sí hay son trabajadores del museo que te pueden acompañar y hacer la visita (desconocemos si sería gratuito).

Por la tarde fuimos a la bodega Vinyes d’Olivardots situada en el pueblo de Capmany. Es una pequeña bodega de menos de 10 años de antigüedad que cuenta con 7 hectáreas de cariñena negra, syrah, cabernet sauvignon, garnacha blanca, garnacha rosada y cariñena blanca. Para llegar hasta ella tuvimos que llamar y que nos indicaran porque está en el medio del bosque y las coordenadas del GPS que hay en la web no funcionaron. David Pujol, joven enólogo de la bodega, nos explicó paseando por una de las viñas las tareas totalmente manuales que hacen en ellas así como el gran interés que tienen en experimentar y recuperar variedades autóctonas de la zona, como la cariñena blanca. También comentó que cultivan la variedad de cariñena negra en dos tipos de suelo: tierra y pizarra, esta última según asesoramiento de José Luís Pérez, propietario de la bodega Mas Martinet del Priorat y amigo de los propietarios de Vinyes d’Olivardots. No están inscritos como elaboradores de agricultura ecológica pero apenas hacen tratamientos fitosanitarios debido a la buena aireación de la planta, por su verticalidad, y a la “tramuntana”. 
 
Ya en la bodega, David nos enseñó los vinos que elaboran y que tienen una tirada limitada de botellas debido a la baja producción de las viñas. Son el blanco “Blanc de Gresa”, el tinto “Gresa” y los vinos de colección “Varietals de terrer”. Estos últimos son vinos monovarietales que se vinifican con las mejores uvas de cada vendimia de añadas excepcionales. Pudimos probar unas muestras de cariñena blanca sin ensamblar de sabor muy cítricas, que recordaban al limón, y un vino tinto que está a punto de salir al mercado con algo menos barrica y más económico que el tinto “Gresa”. A pesar de ser una bodega con pocos años de historia tiene unos vinos muy interesantes que, con total seguridad, seguirán mejorando con los años.